La matanza de niños durante la reciente ofensiva militar israelí en la Franja de Gaza debe considerarse en el contexto de un patrón más general, por parte de las Fuerzas de Ocupación Israelíes, de asesinato de civiles desarmados, incluidos niños, en todos los Territorios Palestinos Ocupados (TPO) – también en Gaza– desde el comienzo de la segunda Intifada en 2000. Desde entonces, las FOI han matado un total de 1.179 niños en los Territorios Palestinos Ocupados, de los cuales 865 niños en Gaza.
Estas muertes, y las lesiones a menudo terribles sufridas por los sobrevivientes, son parte de una política general de Israel de castigar colectivamente al millón y medio de personas que viven en Gaza. Durante el año 2000, casi la mitad de los niños asesinados por las FOI en la Franja de Gaza lo fueron en Ciudad de Gaza, que se encuentra en la zona norte de la Franja. En 2001 se produjeron asesinatos de niños en toda la Franja de Gaza, incluido un número significativo en Ciudad de Gaza. Sin embargo, a partir de 2002, aumentó el riesgo para los niños que viven en las zonas fronterizas del norte, sur y este de Gaza, y el número de niños muertos en las mismas aumentó.

Cuando el Estado de Israel mata civiles en la Franja de Gaza, afirma siempre que lo hace en respuesta a los misiles lanzados por grupos de milicianos de Gaza y otras formas de resistencia armada. Sin embargo, las investigaciones realizadas por el CPDH de las muertes de civiles en Gaza, incluidas las muertes de niños, han demostrado lo infundado de estas afirmaciones.
En septiembre de 2006, el periódico The Independent, del Reino Unido, publicó un informe en primera página sobre los niños muertos en Gaza, que posteriormente se convirtió en noticia internacional. El artículo –“Gaza: los niños muertos en una guerra de la que el mundo no quiere saber nada”– se centraba en la muerte de civiles palestinos en la Franja de Gaza durante la Operación Lluvia de Verano, una ofensiva militar de las FOI a gran escala que produjo la muerte de al menos 153 palestinos durante los meses de junio y julio de 2006.
Noventa y seis de las víctimas eran civiles desarmados, entre ellas al menos 31 niños. El hecho de que fueran los civiles desarmados los más afectados por los ataques de las FOI en la Operación Lluvia de Verano ilustra claramente el uso de una fuerza letal excesiva contra los civiles palestinos. Israel se ha negado sistemáticamente a investigar sus asesinatos de civiles palestinos desarmados, incluidos los asesinatos de niños. En las raras ocasiones en que Israel ha puesto en marcha investigaciones oficiales, en respuesta a la presión política internacional, han sido siempre investigaciones internas. El CPDH ha expresado enérgicamente su oposición a estas investigaciones internas de las FOI, que no cumplen las normas internacionales de independencia y transparencia, y que por lo tanto no representan ningún intento genuino por parte de Israel de responsabilizar a su personal en los casos de muerte de civiles, incluidos niños.
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