Donald Trump no tiene la intención, ni tampoco poder para modificar
la política exterior de Estados Unidos.
Manlio Dinucci / Il Manifesto
La derrota de Hillary Clinton es, en primer lugar, la derrota del presidente Barack Obama quien, después de haberse lanzado en una intensa campaña a favor de ella, ahora ve como el electorado cuestiona su propia presidencia, cargo que él mismo había alcanzado prometiendo –en 2008– que no respaldaría solamente a Wall Street sino también al «Main Street», o sea al ciudadano medio...