LA ENRIQUECEDORA MEMORIA DE MARIA LUISA SUAREZ ROLDÁN

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 María García Oset
 

“En aquellos años de silencio, soledad y muerte, caldas y cerrojos, guardianes y rejas, fuiste mensajera de la luz para los presos, corazón al unísono, mano solidaria. Voz de nuestra voz, grito de nuestra garganta. Aliento y alegría, eslabón con la vida, canto de esperanza. CANTO DE ESPERANZA”. (Vicente Cazcarra.)


   El libro de memorias de María Luisa Suárez Roldán,  “Recuerdos, nostalgias y realidades, (Sobre la defensa de las víctimas del franquismo), editado por Bomarzo, nos mete de lleno en una historia de España poco dada a ser estudiada, aunque sólo sea para servir de puente entre aquellas luchas contra el franquismo y la llamada transición democrática.
  Ese agujero de treinta y seis años parece que no existió, como si del franquismo hubiésemos pasado a lo que hoy tenemos, que es prácticamente igual aunque no nos metan en la cárcel por nuestras opiniones  (hay otras que sin van a las cárceles).1_maria_luisa_011.jpg
  El libro está estructurado sobre memorias, con personas cercanas a María Luisa, pero que bien pudieran ser personas cercanas a nosotros, a cada uno de los que lo leamos, porque transcurre con una cantidad de personajes que a muchos nos traen esos recuerdos de vivencias acurrucadas en el corazón y la memoria, que nos hace leer y leer, porque es historia, nuestra historia, contada con una sencillez y una grandeza como solo las personas que formamos ese tejido de vivencias por un mundo mejor, por otro mundo que es posible.
  Los hechos históricos que se suceden, antes de la caída del llamado muro de Berlín, físicamente, pero que otros muros cayeron antes, ante la incomprensión de lo que estaba ocurriendo y que hoy, con una mirada –no diría crítica-  terriblemente calculada de lo que  está acaeciendo en el mundo y que sin la caída de aquella sociedad más justa para los trabajadores, aunque con sus defectos que siempre son mejorables, no nos encontraríamos en este mundo injusto, porque ahora tienen las manos libres. Se han cargado a los que le podían hacerles oposición con sus ideas de una sociedad más justa.
 María Luisa, con su mirada, nos hace recorrer tramos de historia, como mujer, como abogada de los presos antifranquistas, y al  mismo tiempo como comunista, pionera de una generación que aunque se ha callado –por disciplina-, no ha dejado de pensar por ella misma y ver lo que se nos venía encima. Carlos Álvarez, nuestro poeta siempre reivindicativo, le dedicó un poema que está en el libro,  que dice así:

No eres sólo
la reposada espera del guerrero
lejano
que viene a acariciarte…Eres tú misma
liberada del tallo de las flores;
cumplidora tenaz de tu destino,
que hablas de igual a igual al tronco de los robles.

  Sí, María Luisa habla de Marcelino Camacho, de la pseudodemocracia, y saco de nuevo de entre sus páginas esto “…el tiempo fue pasando, y el dictador murió. Se hace la transición. Llega la pseudodemocracia los trabajadores recuperan sus derechos sociales y políticos pero la contrarrevolución conservadora que fue la transición avanza y va destruyendo todo lo logrado”.
Sí, merece la pena leer y releer este libro de María Luisa Suárez, porque muchos de nosotros en alguna de sus páginas nos encontraremos, encontraremos nuestra historia silenciada.