Los bereberes se niegan a celebrar el Ramadán

Correo Imprimir PDF

En Argelia, el Islam es la religión del Estado

Apure Yvorra
 

En Tizi Ouzou, capital de Kabilia de cuya región es originaria la etnia berebere genuina de Argelia desde los tiempos más remotos y que ha sido desde el año 1947 con Krim Belkacem el corazón del sublevamiento de la lucha de independencia muchos años antes de la sublevación del 1º de noviembre de 1954 ha sucedido el pasado 3 de agosto un evento digno de interés.
  En pleno mes de ramadán varios centenares de personas se han reunido en un parque para protestar contra el ayuno que de hecho es “obligatorio”  en un país donde el islam es religión de Estado y donde las fuerzas coercitivas del Estado, de las instituciones religiosas y de la sociedad obligan a cada uno a comportarse como la mayoría.
  Un país donde las leyes obligan cada ciudadano a ser musulmán y donde estas se ajustan a las leyes coránicas donde un argelino no puede cambiar de religión y si lo hace o si difunde otras creencias religiosas como ha sucedido hace unos años en Tiaret es condenado por los tribunales. Un país donde uno de los más grandes poetas y filósofos árabes del siglo XI, Abul-Alâ Al Maari llamado Al Maari está prohibido en la enseñanza y sus textos no se pueden publicar por ser ateo.
  Al Maari escribió: Hay dos clase de gente sobre la tierra: Los que tienen la razón sin la religión. Y los que tienen la religión pero les falta la razón.
Por otra parte hay que saber que en Kabilia existe desde el tiempo de los romanos una minoría de cristianos que siempre han convivido con sus vecinos musulmanes en pueblos y aldeas colgando de las montañas como los caseríos y pueblos de Asturias. Esta tradición persiste de ahí que el poder político y militar desde Argel no se atreve a enfrentar “manumilitari” los montañeses kabiles.
  Creo que la corrupción y la incompetencia de los gobernantes argelinos que se suceden en el poder desde 1962 se bastan por sí solo para desestabilizar Argelia sin necesitar ayuda de nadie. La única fuerza desestabilizadora que puede venir del extranjero es la noticia de la muerte del presidente Bouteflika que está agonizando desde varios meses en el antiguo país colonizador donde fue a curarse por desconfiar de todo su entorno médico, policiaco, político y familiar.

Apure Yvorra nació en Argelia.