Acta notarialde una crisis (Nº 59)

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Texto. Andreu García Ribera
Fotos. Rafael Verdú Salaconsecuncies_de_la_nova_reforma_laboral.jpg
 
  Es viernes 3 de febrero de 2012, la portavoz del Consejo de Ministros, Soraya Sáez de Santamaría, anuncia una reforma laboral que expulsará del mercado de trabajo a miles de asalariados y que precarizará aún más los derechos laborales. Actúa al diktat del FMI, el Banco Central Europeo y la Comisión Europea, la famosa troika que empobrece a los pueblos para enriquecer a las minorías dirigentes.
 Esta reforma va a operar sobre una sociedad con 5.300.000 parados, fruto de años de desregulación y aplicación de políticas económicas al servicio de los más duros intereses de un capitalismo exultante de triunfo y nunca saciado de explotación.
 Rafael Verdú, como es habitual, levanta acta notarial de esta realidad, caracterizada por 11.500.000 de seres humanos en situación de exclusión social, esto es, una cuarta parte de la población. Pero para que no lleguemos a pensar que todo esto no son más que estadísticas, ese mismo viernes 3 de febrero, Rafael Verdú plasma, frente a la Subdelegación del Gobierno de España en Alicante, la instantánea de un hombre enfermo que necesita comer él y su familia y que no puede ver garantizado este mínimo derecho porque una pandilla de golfos han saqueado el patrimonio colectivo en una desenfrenada carrera de especulación y corrupción. Han privatizado los servicios públicos más esenciales, trasvasando recursos públicos al beneficio privado. En el camino han quedado millones de trabajadores noqueados social y psicológicamente.
  Es viernes 3 de febrero de 2012, Soraya Sáez de Santamaría, en nombre del Gobierno, satisface las exigencias de los “mercados”. El mismo día, a la misma hora, un hombre limosnea frente al edificio gubernamental unas monedas para poder comprar una barra de pan.