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Contra el desmantelamiento de la sanidad madrileña

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Vecinos y profesionales sanitarios, juntos frente al gobierno de Esperanza Aguirre 

Carmen San José

En los últimos meses se han desarrollado numerosas movilizaciones en la Comunidad de Madrid con el objetivo de poner freno a las privatizaciones del Servicio Madrileño de Salud.
  No es algo nuevo que el gobierno del Partido Popular en la Comunidad de Madrid planifique y reorganice la sanidad madrileña para dar entrada a las multinacionales del sector sanitario, como bancos, constructoras y fondos de capital riesgo. Todos ellos dispuestos a rentabilizar las inversiones que están haciendo en la construcción de los nuevos hospitales. Estas y otras inversiones a través de acuerdos con la Consejería de Sanidad, como los realizados con la empresa Capio (Apax Partners) propietaria de la Fundación Jiménez Díaz y del Hospital de Valdemoro para quedarse con la asistencia sanitaria de varios millones de madrileños.
Esto supondrá la mercantilización de gran parte de la atención sanitaria y un cambio de modelo de la sanidad madrileña: Del derecho a la salud al negocio de la salud.
Una de las razones de ser de un servicio sanitario público es que su orientación se dirige a resolver necesidades de salud de las personas, lo que en la práctica garantiza el derecho a la salud. Por el contrario, el introducir empresas con ánimo de lucro en el sector sanitario madrileño es dejar la asistencia sanitaria y, por ende, la salud de la población al albur de la rentabilidad económica.
  Para que la atención sanitaria sea un negocio rentable hay que disminuir el personal de los centros sanitarios,  mantener unas condiciones laborales del personal sanitario muy inferiores a las que ofrece el sector público y seleccionar los pacientes menos complejos.  Esto implica más carga de trabajo para los profesionales sanitarios que trabajan en los centros privados, y se traduce inmediatamente en un descenso de la calidad asistencial con mayores riesgos para la salud.
  Las primeras consecuencias de las privatizaciones llevadas a cabo en el Servicio Madrileño de Salud se están empezando a notar, antes incluso de lo que se podía esperar, dado el gran caos que se está viviendo en la sanidad madrileña, pues las listas de espera no han dejado de crecer, tanto para obtener una cita en los Centros de Salud, como en los Ambulatorios u Hospitales. A pesar de que cada vez en mayor medida se está derivando a los pacientes de la sanidad pública a la medicina privada para la realización de pruebas y cirugía.
  Y es que la apertura de los nuevos hospitales lleva consigo grandes reformas en los hospitales públicos, que están realizando empresas privadas. Posteriormente éstas u otras optarán a su explotación. La Consejería de Sanidad ha evaluado que estos cambios implican el cierre de unas mil camas.
Numerosas asociaciones de vecinos y de profesionales sanitarios llevan meses trabajando codo con codo para transmitir a la ciudadanía los riesgos que comporta para la salud el cambio de modelo sanitario que se esta aplicando en la CM.  Tienen vocación de continuidad y no cejarán en el empeño hasta conseguir del gobierno conservador una SANIDAD cien por cien PÚBLICA y de CALIDAD.