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Zapatero, en las garras del Águila

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 En Afganistán, las tropas españolas bailan al compás que marca

Juan Morales Suárez

  Los ignominiosos acuerdos yanqui-franquistas de 1953 y sus posteriores renovaciones, tanto por el propio franquismo como los siguientes gobiernos de la monarquía, han llevado a la oligarquía “española” a supeditar toda su política exterior a los intereses del  imperialismo norteamericano en prácticamente todos los terrenos, haciendo de cabeza de puente de los interese norteamericanos de cara a América Latina y los países Árabes. Estos Acuerdos incluyeron instalaciones de bases militares y acantonamiento de militares norteamericanos en nuestro país y el cura_en_afganistan.jpgencadenamiento de España al carro de guerra yanqui. De este modo, nuestro país ha servido de portaviones en las agresiones contra países árabes y otros por parte del imperialismo estadounidense. Del mismo modo, la entrada de España en la OTAN formó parte de los planes yanquis asignados a nuestro país.
   Leyendo el libro de Ángel Viñas que lleva por titulo el mismo que da nombre a este articulo (Editorial Critica), que el autor escribió para explicar la ligazón de Aznar y del conjunto de la oligarquía española con los intereses del imperialismo yanqui, y del ungimiento del gobierno español al carro de guerra norteamericano, decidimos denunciar las verdaderas causas de la  invasión del imperialismo yanqui con la colaboración de la OTAN y otros países imperialistas, incluidos los lacayunos gobiernos de España, sean estos del PP o del PSOE.
  En vez de atender a la sarta de mentiras, verdades a medias y maniobras de distracción del gobierno Zapatero y de la ministra Chacón, y de los reaccionarios belicistas del PP, hemos seguido las indicaciones del mayor y más clarividente antiimperialista de la humanidad, V. I. Lenin, que indica: “…lo mas importante para poder abordar esta cuestión desde el punto de vista científico es no olvidarse de la concatenación histórica fundamental, considerar cada cuestión desde el punto de vista de cómo ha surgido el fenómeno histórico dado, cuáles son las etapas principales por las que pasado en su desarrollo, y, partiendo de este punto de vista de su desarrollo, ver en qué se ha convertido en la actualidad”.
   También, para llamar a los pueblos de España a luchar contra la invasión de Afganistán por parte del imperialismo yanqui, con la colaboración del gobierno español, recordamos una máxima de Carlos Marx: “Un pueblo que oprime a otro pueblo, no puede ser libre”. La solidaridad internacionalista de los pueblos es una necesidad vital para todos los pueblos dominados por el imperialismo.

CODICIA IMPERIAL

  La invasión de Asia Central tiene antecedentes históricos que recordamos de manera somera. Desde el siglo XIX, Gran Bretaña, invadió Afganistán intentando controlarlo como ruta hacia la India, sin llegar a conseguirlo del todo, llevándose una soberana tunda por parte de los intrépidos afganos, como los denominaba Federico Engels, quien denunció la aventura colonial inglesa y defendió ya entonces los derechos e intereses del pueblo afgano  contra la criminal rapacidad inglesa de la época.
La actitud rusa con Afganistán ha variado en función del sistema social imperante en la propia Rusia. Durante la época zarista, fue una actitud de competencia con Inglaterra por el control de la zona. La revolución bolchevique  rompió con esta actitud y fue el gobierno afgano el primero en reconocer al gobierno obrero de los soviet. Durante unos cuarenta años, los gobiernos soviéticos  ayudaron al desarrollo de Afganistán, haciendo grandes progresos y alejando al imperialismo inglés.
   las_azores.jpgCon la llegada al poder de los kruschovistas, la ayuda dejó de ser desinteresada y se realizaron múltiples maniobras y chalaneos para tener la zona controlada. Breznhev acabó invadiendo Afganistán con más de 600.000 soldados para impedir que pasara la zona a la influencia norteamericana, como está actualmente. Todos los cambios  económicos realizados durante décadas condujeron al pueblo afgano a realizar cambios políticos culminando en la instauración de su primera república de corte progresista, en 1978. Dicha república realizó una serie de cambios y reformas en interés de las clases populares, como promover  el reparto de las tierras de los latifundistas y la ayuda a los campesinos, la alfabetización de la población ,incluso de las mujeres, a las que quitó la obligación de llevar velo, etc… En general, muchas medidas de carácter anti feudal. Todas ellas fueron derogadas por los talibanes adiestrados por la CIA, el servicio de inteligencia paquistaní (ISI) y por agentes de Arabia Saudí.
   La geoestratégia (control de la zona y del tránsito en la misma) y los recursos naturales y energéticos son las causas fundamentales que han llevado a los imperialistas yanquis a invadir Afganistán, cuando no han podido controlarlo por medios pacíficos. El control sobre los cada vez más escasos recursos mundiales de energía fósil es uno de los mecanismos con el que los hasta ahora hegemonistas norteamericanos intentan controlar a sus competidores europeos y asiáticos.
  La zona centro asiática posee características que la hacen objeto de la codicia imperialista. Tiene enormes recursos energéticos y está en una de las zonas de poso más estratégicas del planeta. El verdadero objetivo de la invasión es el saqueo de los recursos afganos y el control de la distribución de dichos recursos hacia otros países, como Japón China e India, o hacia Europa.
Las mentiras más difundidas por los gobiernos de Aznar y de Zapatero, y por los medios apologéticos de la guerra y de la invasión, son tan burdas que la única manera que tienen para hacerlas creíbles es utilizar técnicas goebbelianas de repetir y divulgar la mentira en todos los medios hasta “convertirlas” en verdades. Es falso que Afganistán ha sido siempre un país islámico retrogrado. Por el contrario, el pueblo afgano ha contado con magníficos luchadores por la libertad, la igualdad, el progreso, contra sus reaccionarios internos. ¡Le recuerdo a Zapatero que nosotros hemos tenido nuestros curas Merinos  y peores. ¡En realidad, han sido los americanos los que han dado su apoyo a los sectores más reaccionarios y oscurantistas, como son los talibanes, jefes de tribus y señores de la guerra.

FUNDAMENTALISMO ISLÁMICO DE DISEÑO

  La CIA reclutó a los grupos de fanáticos islamistas mucho antes de que los rusos intervinieran en Afganistán. En 1986, la CIA, en colaboración con el ISI paquistaní, ya recluta radicales  islámicos. Estados Unidos fomentó el fundamentalismo islámico para derrocar al gobierno instalado por la revolución de 1976 .La intervención de los americanos fue contra los cambios democráticos y mucho antes de la invasión soviética, no después de étanque_ambulancia.jpgsta, como pretende la propaganda mediática pro intervencionista.
Robert Gate, antiguo director de la CIA, ha confirmado en sus memorias que “la intervención de la  CIA se produjo seis meses antes de que las tropas soviéticas entraran en Afganistán, el 24 de diciembre de 1978”. El ex consejero norteamericano de seguridad  nacional, asesor de la presidencia en la época de Carter y fundador de la trilateral, Igor Zbigniew Brezinsky, dijo que la intervención empezó el 3 de junio de 1979, cuando el presidente Carter firmó la primera directiva sobre la resistencia clandestina  a los oponentes del régimen pro soviético de Kabul”.
Aunque ésta es la fecha oficial de la intervención, en realidad los americanos llevaban años apoyando a los opositores al régimen  de Kabul, que eran los elementos más retrógrados de la sociedad afgana (jefes tribales, terratenientes fundamentalistas islámicos, ladrones y delincuentes de toda laya). De nuevo Brezinsky, reconoce: “Nosotros no forzamos a los soviéticos  a que intervinieran, pero aumentamos a sabiendas las probabilidades de que lo hicieran”.
William Casey, director de la CIA durante la era Regan, convenció al gobierno Saudí para que financiase a los muyahidin del mismo modo que lo estaba haciendo la CIA. Todos los fondos para el entrenamiento se canalizaban a través de los servicios de inteligencia paquistaní. Durante los años ochenta, la CIA y el ISI paquistaní gastaron dos billones de dólares en armar a los muyahidines.
  Otra mentira difundida por los medios pro imperialistas de manera repetitiva es que Afganistán siempre ha sido un narco-estado, por lo cual merece ser invadido. La historia desmiente todas estas patrañas de los agresores e indica la responsabilidad yanqui en el aumento del tráfico de heroína. Cuando se inició esta operación, en 1979, Afganistán sólo cultivaba opio para  el mercado regional y no había producción de heroína. En menos de dos años, la zona fronteriza de Pakistán con Afganistán se convirtió en la principal productora de heroína del mundo, suministrando el 60% de la demanda de los Estados Unidos.
Michel Rupert, ex oficial de la policía antinarcóticos norteamericana, recuerda que, al contrario de lo que se cree, Afganistán no producía opio antes de 1980. Tras siete años de intervención de la CIA, hacia 1986, ya se producía el 40% de la heroína mundial . Y en 1999, más de 3.200 toneladas de heroína al año, aproximadamente el 80% de la producción  mundial.
Entre 2000 y 2001, los talibanes acabaron con este negocio y la producción pasó a tan sólo 185 toneladas, un 94% de reducción y un duro golpe para los proyectos de la CIA y para el flujo de dinero negro lavado por los bancos occidentales.
obama.jpgTambién  nos mienten al decirnos que la intervención de la CIA y de Estados  Unidos acabó cuando los rusos abandonaron Afganistán. La  salida de las tropas rusas de aquel país fue dirigida por los muyahidin, los señores feudales y los señores  de la guerra que habían sido armados por Estados Unidos a través de  Pakistán. Esto sumió al país en un caos absoluto, enfrentándose entre ellos y realizando todo tipo de desmanes contra la población civil.
  El principal grupo muyahidin fue la Alianza del Norte, que estaba formada principalmente por uzbecos y tayikos, mientras que los actuales talibanes son, en su mayoría, miembros de  tribus pastunes, además de extranjeros, fundamentalmente procedentes de países árabes, que llegaron para ser entrenados y para combatir en Afganistán. Tanto los de la Alianza del Norte como los talibanes fueron armados por la CIA para luchar contra los rusos. En 1996, la Alianza del Norte fue derrotada por los talibanes, que impusieron orden, si bien con sus posturas retrogradas. Este “orden talibán” fue apoyado por Estado Unidos y por los servicios secretos paquistaníes.


TALIBANES EN TEXAS

  Los líderes talibanes viajaron a Houston, Texas, para ser recibidos por los ejecutivos de la compañía petrolera UNOCAL. Con la autorización secreta del gobierno de Estados Unidos, la compañía ofreció a los talibanes  una aportación generosa del petróleo y del gas que sería transportado a través del oleoducto que iban a construir. Washington apoyó a los talibanes desde 1994, con la idea de que estos facilitarían la construcción, por parte de UNOCAL, de un oleoducto que atravesaría Afganistán.
  El 12 de febrero de 1998, John Maresa, vicepresidente de UNOCAL, en unas declaraciones realizadas ante un comité en la Cámara de Representantes de EEUU, recordó que: “La región del Mar Caspio contiene enormes reservas de hidrocarburos sin explotar, una gran porte situadas en la cuenca del propio Mar Caspio. Las reservas totales de petróleo de la región podrían llegar a alcanzar una cifra superior a los sesenta mil millones de barriles de petróleo, aunque algunas estimaciones hablan de 200.000 millones…. Una opción seria construir un oleoducto hacia el sur, desde Asia Central hasta el Océano Indico….La única opción posible es cruzar Afganistán…
  bill_laden.jpgUNOCAL no era la única empresa interesada en la explotación del pastel. La empresa argentina Bridas lo intentó antes y también la norteamericana Central Oil and Gas Industry estaba lista para invertir en la extracción de gas y petróleo, y a construir una refinería de gas y petróleo en el país. La autopista energética cuyo trazado figura en el libro de Brezinsky “El gran ajedrez”, estaba proyectada, pues, desde hacia años.
  Pero los talibanes no se dejaron controlar todo lo que los norteamericanos deseaban, y se negaron a aceptar los términos que se les pretendían imponer para la construcción de la autopista energética de UNOCAL, que iba a llevar  el petróleo y el gas desde el Mar Caspio (Turmekistan), pasando por el centro del país y por Pakistán, hasta el golfo de Omán. Los yanquis exigían cambios sustanciales en el gobierno de Kabul, tal como querían las multinacionales del petróleo. Veamos como lo planteó el presidente de UNOCAL: “La construcción de nuestro proyectado oleoducto no puede empezar hasta que se constituya un nuevo gobierno. A pesar de todo, una ruta que atraviese Afganistán parece ser la mejor opción con los menores obstáculos técnicos  posibles (…).Dicha ruta acercaría Asia Central a los mercados asiáticos y, por lo tanto, seria la ruta más barata en términos del transporte del petróleo”.
   Cuando los talibanes dejaron de servir a sus interese, Estados Unidos planteó la invasión. Para ello utilizaron la coartada de la guerra contra el terrorismo, contra Ben Laden y Al Qaeda, tras el supuesto ataque de éste a las Torres Gemelas. Se considera, erróneamente, que la invasión de Afganistán fue un acto de legalidad internacional, pero el Consejo de Seguridad de la ONU  de Septiembre de 2001 no mencionó jamás a Afganistán, ni autorizó atacar el país. Los Estados Unidos formaron una coalición de países para dar la apariencia de legitimidad a la invasión. Collin Powell hizo, el 18 de marzo, la siguiente declaración: “Hay otras 15 naciones, que, por una u otra razón, no quieren ser nombradas, pero que apoyan a la coalición”.

POBLACIÓN CIVIL MASACRADA

  No podemos dejar de hablar del ataque sin denunciar las atrocidades cometidas por los invasores, tanto contra la población civil, a la que se ha bombardeado incluso con armas biológicas como el ántrax y uranio empobrecido, y también de las masacres contra prisioneros, como la matanza de 800  en noviembre de 2001, en la prisión de Mazar-i-Sharif, que se rebelaron debido a las torturas que sufrían a manos de agentes de la CIA.
  guerra_nios.jpgEl actual presidente de Afganistán, Hamid  Karzai, antiguo empleado de UNOCAL y actual testaferro de la misma empresa, fue seleccionado, el 22 de diciembre de 2001, por los Estados Unidos en una parodia de democracia que contó con el aval de la “comunidad internacional”. El mundo entero sabía que este títere era un antiguo empleado de la petrolera californiana, además de  haber colaborado con los talibanes en las negociaciones para establecer el oleoducto. También era conocido que su hermano es uno de los mayores traficantes de heroína del mundo.
  El servilismo del gobierno español ante el patrón yanqui raya en el ridículo mas baboso, cuando Zapatero apuesta fuerte por Afganistán en la corte imperial de Obama, realizando su puesta de largo y acto de conciliación con el amo ofendido por sacar las tropas de Irak. La Fuerza Internacional de Asistencia a la seguridad en Afganistán, ISAF, se nos ha presentado, de manera fraudulenta, como una fuerza de mantenimiento de la paz, tan cacareada por Zapatero y compañía. Fraude cada vez menos creíble, dado la evolución de los hechos. En 2005, la OTAN estuvo buscando que algunos países destacasen soldados fuera de la capital. Inicialmente, sólo el gobierno alemán aceptó. Pero, a continuación, el gobierno español también aceptó enviar tropas a la región de Herat, donde poco después murieron 17 soldados.
 Es una obligación internacionalista de los trabajadores y los pueblos de España exigir la retirada inmediata de las tropas  españolas de Afganistán, como hicimos en el caso de Irak.