Démosles, pues, las gracias a Rubalcaba y a sus títeres jurídicos por impugnar, sin el menor fundamento, la candidatura de la coalición Iniciativa Internacionalista. Gracias por mostrar, una vez más y de manera especialmente conspicua, vuestra verdadera talla moral y política, vuestro total desprecio hacia ese mismo Estado de derecho que decís defender. Gracias por recordarnos que sois los herederos de los González, los Guerra, los Barrionuevo, los Corcuera..., es decir, de la corrupción y el terrorismo de Estado.
Gracias, magistrados del Tribunal Supremo, por dejar claro, al anular sin ninguna prueba la candidatura de II-SP, a quién servís realmente.
Gracias, Cayo Lara -Lacayo Lara, como ya te llaman tus propios correligionarios- por amenazar, siguiendo dócilmente las instrucciones de Interior, a los cargos electos de IU que nos avalaron. Gracias por demostrar, una vez más, que aunque en tu formación haya gente valiosa y valerosa, para medrar en ella hay que ser todo lo contrario; como Rosa Aguilar o Willy Meyer: gracias por contribuir vosotros también, con vuestra ambición y falta de escrúpulos, a abrirles los ojos a los ingenuos.
Gracias, ABC, El Norte de Castilla, El Mundo, El País, La Razón, Telemadrid..., por una publicidad gratuita (en ambos sentidos del término) que nos ha dado a conocer en una medida mucho mayor de la que habríamos podido imaginar en nuestras previsiones más optimistas. Gracias por unas mentiras, tergiversaciones e injurias que, viniendo de vosotros, nos reafirman y nos fortalecen.
Gracias, Albiac, Cotarelo, Jiménez Losantos, Savater..., por vuestra mezquindad e incontinencia, por vuestra bilis y vuestra baba. La indignidad de sus desertores es otra medida de la grandeza de la izquierda.
Gracias, Rosa Díez, por decir que II-SP es ETA. Hasta los niños saben que no hay mejor prueba de inocencia que las calumnias de una bruja resentida.
Gracias a los medios en general por preguntarnos insistentemente si condenamos a ETA: eso nos ha permitido impulsar un debate sobre el significado de la condena -de ETA y sólo de ETA- que pretende imponernos el poder con objeto de desviar la atención de otros problemas y reducir los conflictos políticos a esquemas simplistas y maniqueos.
Gracias a los políticos, tertulianos y periodistas que habéis atacado a ese gigante de honradez y dignidad que es Alfonso Sastre; vuestras injurias, como las babas de quienes escupen al cielo, sólo os han alcanzado a vosotros mismos y han puesto de relieve, por contraste, la estatura intelectual y moral de nuestro cabeza de lista.
Gracias, cretinos, pusilánimes, indignos, embusteros, calumniadores, demagogos, prepotentes, oportunistas, prevaricadores, mercenarios, desertores, lacayos, irresponsables, corruptos, incontinentes, hipócritas, mezquinos, resentidos, paniaguados, traidores, babosos... Gracias por haber contribuido a que hoy las fuerzas democráticas -es decir, anticapitalistas- del Estado español estén mucho más unidas que hace unos meses, y a que las urnas, a pesar del fraude y la represión, hayan dado la medida de lo que podemos conseguir si continuamos avanzando por el mismo camino.
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