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EL BUFÓN ASALARIADO

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LOS MARIACHIS DE LA PRESIDENTA

Alfredo Grimaldos


   En septiembre de 2008, Esperanza Aguirre contrata al dramaturgo Albert Boadella para que se encargue de la dirección de los recién construidos Teatros del Canal. El autor y director catalán decide que el nuevo recinto se estrene con “La cena”, un espectáculo de Els Joglars, su propia compañía desde hace 48 años. Justifica así su incorporación a las filas de Aguirre: “Seguramente en mi decisión hay mucho de nuevo reto ante la vida. Como se sabe, he criticado a menudo lo que yo llamo ‘teatro de Estado’, frente al teatro privado que ha sido más lo mío. Tiene cierta gracia que ahora vaya a estar al otro lado”. Boadella quiere dejar claro que, durante casi medio siglo de actividad teatral ha mantenido el equilibrio entre ética y estética. Y de nuevo insiste en sus justificaciones, con grandes dosis de megalomanía: “Moliere trabajaba para Luis XIV y yo para Aguirre”.

  La presidenta de la Comunidad de Madrid, obviamente, no va a estar entre los objetivos de sus críticas de irreductible bufón, es la que le paga. Boadella también ha disfrutado de una notable evolución política, hasta llegar a experimentar el repentino ataque de patriotismo españolista que le ha hecho votar a Rosa Díez, primero, y luego dejase contratar por Esperanza Aguirre. Primero cultivó el antifranquismo catalanista, de joven, luego estuvo cerca del Partido Socialista de Catalunya (PSC), y su penúltima apuesta, antes de emigrar a Madrid, la hizo por Ciutadans de Catalunya. Afirma que la primera oferta de Aguirre la rechazó, fiel a sus entonces “profundísimas” convicciones artísticas, contrarias al teatro público y a cualquier idilio entre los artistas y los políticos. En septiembre de 2008 aún decía: “Europa ha conseguido convertir a sus artistas en funcionarios; y claro, a las subvenciones del Estado, los artistas han reaccionado con un tributo de vasallaje; ¿no es una forma de censura como otra cualquiera?”

  En 1977, Boadella, al frente de Els Joglars, estrenó “La Torna”, una obra sobre el proceso y la ejecución a garrote vil del polaco Heinz Chez, el 2 de marzo de 1974. El mismo día que fue ejecutado el militante anarquista Salvador Puig Antich. El presidente del Gobierno de Franco era en ese momento Carlos Arias Navarro. Los miembros de Els Joglars fueron procesados y condenados por un delito de injurias al Ejército. Como consecuencia, los actores Gabriel Renom, Miryam de Maeztu, Andreu Solsona y Arnau Vilardebo pasaron dos años en prisión.

  Albert Boadella ingresó en la cárcel Modelo de Barcelona, pero enseguida fue trasladado al hospital Clínico, de donde consiguió escapar. Es la obligación de todo preso. Después se exilio a Francia, donde se dedicó a cultivar su ingenio y su ego. Pero sus compañeros sí estaban en la cárcel. La gracia de tan genial cómico, varios años después, fue afiliarse al Centro Democrático y Social (CDS), el nuevo partido de Adolfo Suárez, que era presidente del Gobierno cuando encarcelaron a los actores de Els Joglars.

BOLSA DE EMPLEO DE LUJO

  El listado de amigos, parientes y correligionarios de la presidenta del Gobierno regional y de sus más estrechos colaboradores que viven a cargo de los presupuestos de la Comunidad de Madrid es interminable. Hay de todo: ideólogos liberales, antiguos colaboradores de Rodrigo Rato, ex asesores de Aznar, enemigos de la línea estratégica de Rajoy, descolocados dentro del PP e izquierdistas conversos han encontrado refugio y salario a cargo del erario público.

  Los más recientes fichajes han sido el filólogo y ensayista Jon Juaristi y Jesús Neira, el profesor universitario agredido en agosto de 2008 cuando intentaba socorrer a una mujer que estaba siendo maltratada por su pareja. Neira ha sido designado presidente del Observatorio contra la Violencia de Género. Antes, Esperanza Aguirre ya le había concedido la Medalla de Oro al Mérito Ciudadano.

  Nacido en el seno de una familia nacionalista vasca, el autor de “El bucle melancólico” –un alegato antinacionalista- es, durante su juventud, militante de ETA, después pasa por la organización LCR y a continuación se afilia al PCE. Sigue perdiendo gas revolucionario, a medida que cambian los tiempos y los gobernantes, e ingresa en el PSOE, según sus palabras, “por imperativos éticos”. Juarista, por fin, en un arrebato ético aún mayor, se arrima al PP y empieza a disfrutar de cargos institucionales. Paralelamente, para completar la adaptación al nuevo panorama estratégico, se convierte al judaísmo.

  Pero el perfil más habitual de los que se benefician de la agencia de empleo particular de Esperanza Aguirre es el de miembro del PP damnificado por las elecciones generales del 14 de marzo de 2004. Pocos días antes del final de 2008, la Comunidad de Madrid da a conocer su consejeros para Cibeles, la corporación de sociedades financieras de Caja Madrid. Entre ellos destaca un personaje cercano a la presidenta de la Comunidad, Ángel Acebes, ex secretario general del PP y ex ministro de Aznar

  En la misma tanda que accede Acebes a las suculentas retribuciones de Cibeles, como consejero de esta entidad de Caja Madrid, lo hace también Carmen Cavero, cuñada de Ignacio González, vicepresidente del Gobierno regional y mano derecha de Esperanza Aguirre. Además, se benefician del consejo de Cibeles, otra canongía más, nada menor que Pedro Swartz y Manuel Lamela. Swartz es miembro del Consejo Asesor de Capgemini España y profesor extraordinario de la Universidad San Pablo CEU, además de economista de cabecera de la presidenta del PP en Madrid. Lamela ex consejero de Infraestructuras y ex consejero de Sanidad, fue el responsable de la campaña de acoso contra el doctor Montes. El sueldo que van a cobrar todos ellos, lo mismo que Acebes, por su “trabajo” en la corporación Cibeles, que no exige, ni mucho menos, dedicación exclusiva, ronda los 150.000 euros anuales, a lo que se suma el derecho a utilizar tarjeta de crédito y coche de la empresa.

  En el consejo de administración de Caja Madrid han metido la cabeza, bajo el manto de Esperanza Aguirre, el ex secretario de Estado de Hacienda Estanislao Rodríguez-Ponga, como vicepresidente, y José Manuel Fernández Norniella, ex presidente del Consejo Superior de Cámaras de Comercio, con un puesto de vocal.

AMIGOS, PARIENTES Y AMANTES

  La ex mujer de Rodrigo Rato, Ángeles Alarcó, que llegó al Gobierno regional como asesora técnica de Aguirre, en 2005, se ha convertido en vicepresidenta ejecutiva de Turismo de Madrid. Su profesión es la de anticuaria. Los parientes de políticos en activo que han pasado por distintos cargos de la Comunidad de Madrid durante la era Aguirre son legión. Por ejemplo, un primo de la mismísima presidenta, Francisco Javier Aguirre Pemán, es subdirector comercial del Canal de Isabel II. Cayetana Romero de Tejada, hermana del ex presidente del PP de Madrid, Ricardo Romero de Tejada –ahora consejero de Caja Madrid-, está contratada en la empresa pública Mercado Puerta de Toledo. Isabel Gema González, hermana del vicepresidente del Gobierno regional, ha sido diputada en la Asamblea de Madrid y coordinadora de la Consejería de Cultura y Deportes. Alfonso Granados Lerena, hermano del consejero de presidencia de la Comunidad, pertenece al staff del Canal de Isabel II. Rocío Güemes Barrios, hermana del consejero de Sanidad, Juan José Güemes, se incorporó en 2005 al Instituto madrileño de Desarrollo como directora de la División de Estrategia Empresarial. José Antonio Llanos Blasco, marido de Mercedes de la Merced (en la actualidad, miembro del Consejo de Administración de Caja Madrid), es director general de Carreteras de la Comunidad de Madrid. Fernando Cevallos Aguaron, marido de Regina Plañiol de la Calle, viceconsejera de Familia y Asuntos Sociales en el Gobierno de Aguirre, es director de Recursos Humanos del Canal de Isabel II.

  Desde que el PP perdió las elecciones generales, en 2004, Esperanza Aguirre ha ido recolocando en sus dominios a numerosos ex altos cargos. Entre ellos, la ex ministra de Medio Ambiente, Elvira Rodríguez, que actualmente preside la Asamblea de Madrid; la ex consejera de Asuntos Sociales con Fraga, Belén Prado, que hoy está colocada en la Consejería de Sanidad, o el ex presidente del Senado, Juan Ignacio Barrero, que es el Defensor del Paciente de Madrid.

  Además, tiene acogidas bajo su manto a Belén Bajo, que fue durante una década la jefa de Comunicación de Mariano Rajoy y ahora es diputada en la Asamblea de Madrid, y a Paloma Adrados, que estaba en el gabinete de Javier Arenas y, desde la última remodelación del Gobierno regional, es consejera de Empleo y Mujer. Incluso ha dado empleo a políticos reconvertidos que han tenido altos cargo con el PSOE en otros tiempos, como Cristina Alberdi, ex ministra de Asuntos Sociales del Gobierno de Felipe González y ahora asesora del Consejo Consultivo autonómico, y a la ex socialista vasca Gotzone Mora, martillo de abertzales, que se encargó en Madrid del Foro Regional para la Inmigración hasta que Francisco Camps la fichó para la Administración valenciana. Fue sustituida en su cargo por Raúl Rivero, disidente cubano y columnista de El Mundo. De nuevo la conexión de Aguirre con los anticastristas.