Juan Ramos
Si
nos retrotraemos a la historia más reciente, allá por
la mitad del siglo XX, nos encontramos como espectáculo una
panoplia de personajes de relieve, discutidos o alabados según
sea la posición ideológica de quien los juzgue. En el
panorama, toda una algarabía feliz de estómagos
satisfechos. No obstante, en el fulgurante desarrollo
económico-social de las llamadas naciones occidentales, los
felices sesenta señalaron el punto de inflexión hacia
una progresiva mediocridad y bancarrota de las “castas”
dirigentes, que en los comienzos del siglo XXI alcanza “acojonantes”
cotas de inestabilidad total. Asistimos, desde que Bush II accedió
a la Casa Blanca, a una macabra representación económica
con parada y fonda, a la caza del “terrorista” de turno... Pero
Bush II, si las cosas no se remedian, puede quedar como un “angelito”
comparado con algunos de los discursos que abren puerta, en los fríos
despachos de jueces, fiscales y magistrados, de los nuevos inquilinos
que adulan y manosean al Sr. Barack Obama...
Barack Obama... ¿ Rajoy o Zapatero? Comentaba yo mismo en una columna anterior. Como es habitual cada vez que se celebran elecciones presidenciales en los Estados Unidos de Norteamérica, los acólitos gubernamentales de todo pelaje y una nutrida comunidad de analistas políticos supuestamente informados tratan de explicar "los cambios" que la victoria de tal o cual fórmula política puede acarrear para sus respectivos países y gobiernos. Lo que se omite decir con franqueza es que, gane quien gane en el imperio USA, ningún beneficio o atención puede esperarse para la inmensa mayoría de pueblos y naciones. El soberano imperialista estará en su papel, como lo estuvo siempre... Pero bien... la “intelectualidad” liberal, orgánica o mediática, sigue erre con erre, sobre la inequívoca voluntad “centrista” de Obama. Sin embargo, si prestamos atención, detrás de tanta feria y humo, Barack Obama nos anuncia “oasis” menos ideales y resfrescantes.....
En el Senado, el recién estrenado presidente de los Estados Unidos de América no tuvo escrúpulos en dar su voto a la ley que sustrae de toda responsabilidad a las compañías telefónicas que facilitaron las escuchas sin cobertura jurídica, por parte de la administración Bush. Anteriormente, ya había expresado opiniones muy moderadas o incluso conservadoras en cuestiones como el derecho a portar armas de fuego o a la pena de muerte; había apoyado la ayuda financiera pública a grupos religiosos, y había matizado sus posiciones tanto respecto a la retirada de Irak en 16 meses, como a sus iniciales reticencias frente a los tratados de libre comercio. Esto, sin contar el paso que realizó justo después de ganar a Hillary Clinton, cuando apoyó que Jerusalén sea la capital indivisible de Israel en una conferencia de la AIPAC (American Israel Public Affairs Comité) en Nueva York.
Paralelamente, crisis y carnaval siguen su orgía particular como si aquí no ocurriera nada. Nicolas Sarkozy parece ser un decidido socialdemócrata, Robert Zoellick se ha convertido al multilateralismo, Gordon Brown y Barack Obama son los nuevos paladines de la nacionalización de la banca y el chiste del día es que Washington será la capital de la Unión de Estados Socialistas de Norteamérica. Y si escuchamos la COPE y a algunos dirigentes del PP, se diría que en EE.UU acaba de nacer un nuevo partido anticapitalista, que denuncia la traición de Zapatero y del PSOE porque se han aliado con la oligarquía financiera. ¿Qué nos queda más por ver en todo éste tinglado? Pues algo muy simple: la sonrisa de Zapatero y el aplauso a manos llenas de sus incondicionales en el Gobierno y fuera de él, que son todos...Hasta aquí, la triste propaganda castiza en el callejón del Gato. Pero en los vastos horizontes del pensamiento, también se encuentran las salas de los espejos donde toda criatura se convierte en deformada caricatura. Es el capitalismo. Es el capitalismo norteamericano, o europeo, o asiático... da igual. Es la globalización bajo la bota imperial de Obama y, en nuestro caso, bajo la sonrisa de Zapatero y Rajoy. No hay duda: engaño, ocultismo y desprecio han sido tres de las características de los gobiernos de la derecha, pero también de los de Rodríguez Zapatero. Sobre todo, en la legislatura que acaba de empezar. ZP sucumbió a la tentación del “trilero” y, lógicamente, este juego de manos y de cartas les dejó bajo mínimos a él y a su Gobierno.
En algún momento deberá acudir el perito para tomar nota de los desperfectos. Hay abolladuras y destrozos abundantes. Pero puede ser que la colisión haya tocado incluso la dirección de este vehículo. Por el momento no hay muertos, aunque nunca puede descartarse, pero sí mucho, mucho, paro...
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