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El “DAS”, la policía poítica de Uribe

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J.M.Martín Medem         
                     
  Cuando el presidente Álvaro Uribe tuvo que sacar de la dirección del DAS a su amigo y cómplice electoral Jorge Noguera, prometió sanear definitivamente a la policía secreta presidencial. La función del Departamento Administrativo de Seguridad es suministrar “información de inteligencia” a la jefatura del Estado para contribuir a defender la democracia en Colombia pero con Noguera se convirtió en un aliado de los narcoparamilitares. Nunca antes un director del DAS había sido encarcelado. Es la consecuencia del envilecimiento inducido en el servicio secreto por el uribismo. Como dijo el liberal Rafael Pardo, ex/ministro de Defensa, “el DAS está al servicio del régimen”.
  En octubre del 2008, el senador Gustavo Petro, del opositor Polo Democrático, demostró con documentación interna del DAS que lo espiaban sin autorización de la Fiscalía. La entonces directora del DAS, María del Pilar Hurtado, tuvo que “dimitir”. Petro había denunciado en el Parlamento la vinculación de Uribe con narcotraficantes y paramilitares.  
  das_colombia_.jpgAhora la revista Semana ha denunciado que el DAS no sólo sigue vigilando a todo el que no adora a Uribe sino que el servicio secreto presidencial es en realidad una “policía política".
Semana confirmó, con seis meses de investigación y las confidencias de agentes del DAS protegidos por el anonimato, que la supuesta agencia de seguridad se dedica a vigilar “a cualquiera que represente un eventual peligro para el gobierno”, incluyendo a periodistas, dirigentes de la oposición, fiscales, magistrados de la Corte Suprema y también ¡a funcionarios del propio gobierno!
  El 22 de enero tomó posesión Felipe Muñoz como nuevo Director del DAS. Los informantes de Semana revelaron que, antes de su llegada, en el departamento de Contrainteligencia de la policía presidencial se habían dedicado a destruir o esconder una gran cantidad de archivos sobre el espionaje ilegal. Cada vez que hay un cambio de director, los agentes de confianza del anterior eliminan las pruebas sobre sus “excesos” y los nombrados por el recién llegado se ponen a disposición de la Casa de Nariño pero no para defender la democracia del Estado sino para proteger los intereses del presidente y de su gobierno. Una “policía política” actuando contra los periodistas críticos, los parlamentarios de la oposición y los jueces y fiscales que intentan impedir la impunidad de los uribistas aliados con los narcoparamilitares. Graban ilegalmente sus conversaciones telefónicas, interceptan sus correos electrónicos, vigilan sus reuniones y utilizan la señal de sus móviles para mantenerlos permanentemente localizados. Como hicieron con el magistrado Iván Velásquez, que se encarga de las averiguaciones de la Corte Suprema sobre las complicidades de los congresistas, gobernadores y alcaldes uribistas con narcotraficantes y paramilitares. Espiaron también a Francisco Ricaurte mientras fue presidente de la Corte Suprema. “Cuando se agudizó el enfrentamiento del presidente con la Corte- confiesa uno de los agentes del DAS que vigiló a los jueces- la orden era saber todo lo posible sobre todos los magistrados con los medios que fueran necesarios”.
  En un pleno extraordinario de la Corte Suprema, sus 23 magistrados denunciaron que la intervención del DAS en defensa del presidente Uribe “es un atentado contra la democracia”.
Tuvieron que “dimitir” los subdirectores de Contrainteligencia, Análisis y Operaciones del DAS.
  En los seguimientos detectados por Semana estaba incluido de nuevo Gustavo Petro y ahora también la senadora liberal Piedad Córdoba que ha facilitado el regreso de prisioneros de guerra liberados por las FARC.
La BBC le preguntó al poderoso consejero presidencial José Obdulio Gaviria (primo hermano del narcotraficante Pablo Escobar) sobre los rumores que lo señalan como “el jefe de los espías”. Contestó que “mi formación ética y moral me lo impide y añadió que las denuncias de esa revista son tonterías”.
  Hay controles de la Fiscalía para impedir las escuchas ilegales pero en el DAS los eluden falsificando las autorizaciones, mintiendo sobre los motivos del espionaje para que parezca necesario o utilizando oficinas clandestinas con equipos móviles de interceptación suministrados por el gobierno de Estados Unidos. Son equipos sin supervisión de la Fiscalía, que no se pueden rastrear y en los que no quedan registros de los teléfonos “chuzados”.
La Contrainteligencia del DAS se encarga de la vigilancia y el seguimiento de “los periodistas críticos que el gobierno no puede manejar a su antojo”.
También fueron grabadas conversaciones del jefe de seguridad del presidente. Lo que explican los agentes es que los colaboradores de Uribe llaman desde el palacio presidencial pidiendo “favores” al DAS y los registros de esas conversaciones se guardan para utilizar sus secretos como chantaje si hay complicaciones.
   



Documentación 
 
Ø El DAS sigue grabando Semana
Bogotá /
22 de febrero del 2009
 
Ø Uribe le aceptó
la renuncia a la directora del DAS
Semana
Bogotá /
24 de octubre del 2008
 
Ø ¿Hay un Montesinos
en Colombia?
Hernando Salazar
BBC /
24 de febrero del 2009
 
Ø Escándalo de espionaje pone
en peligro ayuda a Colombia
El Nuevo Herald
Miami /
25 de febrero del 2009