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EL SILENCIO ROTO

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EL SILENCIO ROTO

Paseo por la Granada de las mujeres represaliadas


   Con motivo del 78 aniversario de la proclamación de la II República Española y en el marco de las II Jornadas Republicanas de Granada (abril, 2009), la Asociación Plataforma Cívica por la República de Granada, como viene siendo tradicional, organizó un paseo por las calles de Granada para recordar lugares que fueron escenarios en la Segunda República o que estuvieron históricamente ligados a ella.
Homenaje a las y los que nos precedieron y que pagaron tan alto precio por defender la libertad y la justicia.
Homenaje con proyección de futuro pues pensamos vivir en la Tercera República.
 
Carmen Morente Muñoz (Asociación Plataforma Cívica por la República de Granada)  
 
   Este año 2009 el paseo estuvo dedicado a las mujeres represaliadas. Por eso se escogió el título del libro de Fernanda Romeu Alfaro: “El silencio roto”: “Nosotras recordamos. Decidimos y escribimos para que las experiencias de las mujeres no queden envueltas en el silencio. En el recorrido de la Historia, como mujeres sabemos la importancia de la Memoria, ya que recuperando ésta podemos recuperar nuestra identidad. Por lo que hoy somos, existe anteriormente una Historia de luchas y esfuerzos”.
 plaza_1.jpg  Fueron muchas, defendieron ideas avanzadas, un modo distinto de mirar la vida y conseguir un mundo diferente. Con ideas y sentimientos propios se comprometieron e implicaron en asuntos sindicales, políticos o culturales; otras lo hicieron siguiendo el ejemplo de padres, hermanos, esposos o hijos.
   Tras la victoria del Frente Popular, en 1936, la primera manifestación que se produce en Granada es la de las mujeres a favor de la amnistía de los presos políticos que abarrotaban las cárceles tras el “bienio negro”. Este hecho nos habla del papel asumido por ellas en la defensa de los derechos democráticos.
Sabemos de la represión padecida por los hombres que lucharon. Hoy queremos romper el silencio que pesa sobre las mujeres que fueron también víctimas, y no sólo víctimas pasivas.
   Muchas pagaron con su vida la defensa de sus ideales.
   Os contamos en presente el contenido del paseo, intentando crear en el pensamiento de las lectoras y de los lectores, el espejismo de su participación. Pueden cerrar los paraguas, no lloverá.
 
PLAZA DE SAN GREGORIO
En este sitio estuvo la cárcel de mujeres. De aquí salieron muchas para el Gobierno Civil y de éste, a correr la misma suerte que tantos hombres.
Por eso decimos que “Lorca eran todas”.
  El antiguo convento fue restaurado en 1936 y dedicado a cárcel de mujeres; dicha institución estuvo vigilada por los temidos “mangas verdes” que actuaban en Granada.
  Fueron cientos las mujeres fusiladas y asesinadas en Granada y su provincia; muchas de ellas entre el Cementerio Municipal de San José y el Barranco de Víznar.
  Entre ellas, “La Fregenala”, quien a pesar de la intervención de Manuel de Falla a su favor, fue fusilada por pasear la bandera republicana en las elecciones de 1936, o Agustina González López, “La Zapatera”, que dedicó su vida a pensar, leer y escribir.

CALLE CÁRCEL ALTA
  En sus proximidades estuvo la Normal de Mujeres hasta 1933. Hoy el edificio está ocupado por el Colegio de Abogados.
Es sabido que el Magisterio fue uno de los pilares de la Revolución Pedagógica de la IIª República. Dignificación del papel de los docentes, construcción de muchísimas escuelas, renovación de métodos educativos, laicidad, coeducación, dotación de bibliotecas, Misiones Pedagógicas, etc.
Para dar paso a estas transformaciones se construye un nuevo edificio, joya arquitectónica y pedagógica, que sustituyó a este antiguo, como Normal de Magisterio de Granada. Situado en la Gran Vía, fue inaugurado el 1 de octubre de 1933, por el Presidente de la República. D. Niceto Alcalá Zamora. Albergó, por supuesto, a jóvenes de ambos sexos.
 plaza2.jpg La función del nuevo magisterio, dignificado a todos los niveles, no pasó desapercibida tras el golpe militar de 1936. Sobre maestros y maestras se ejercería una fuerte represión y persecución. La “Comisión Depuradora de la Enseñanza Primaria”, se encargaría de la “limpieza ideológica”. Sólo en Granada, según los estudios que se van realizando, 52 maestras fueron sancionadas.
   Formar bien a las futuras maestras fue la obra que acometió la profesora María Luisa Pueo Costa. Sobrina de Joaquín Costa, padre intelectual del movimiento Regeneracionsta, quedó huérfana siendo muy niña y se educó a la sombra de su tío y protector.
   María Luisa, había llegado a Granada como Inspectora de Enseñanza Primaria, recorriendo los caminos de la tortuosa provincia, para visitar las escuelitas, muchas veces montada en un mulo. En Granada conoció al que sería su marido, el profesor Agustín Escribano, catedrático y Director de la Escuela Normal, entre 1931 y 1936.
   Durante el período republicano, María Luisa fue profesora de dicha Escuela Normal y Secretaria de la Residencia de Señoritas Normalistas, situada en el Barrio de Fígares, en la Calla Alhamar.
D. Agustín Escribano seria fusilado, corriendo igual suerte que otros muchos profesores universitarios. Fue en septiembre de 1936.
   Doña María Luisa sufrió, además de esta gran pérdida, la de su puesto como profesora, se vio obligada a abandonar Granada “con lo puesto” y una bebé entre sus brazos. Regresaría a ocupar su lugar como docente años más tarde. Siendo parte de su castigo, creemos, tener que compartir la docencia con algunas personas comprometidas con el golpe fascista, así como someterse a las condiciones impuestas por las nuevas autoridades.

PLAZA NUEVA
  Regresamos al siglo XIX. En este lugar emblemático en la Historia de la ciudad de Granada, Chancillería Real desde época de los Reyes Católicos, queremos recordar a Dolores Gallego, una de las primeras mujeres masonas de las que tengamos conocimiento; miembro de la Logia “Granada 271”, fundada en 1890. Dicha logia tuvo la particularidad de ser la primera que se abrió a las clases populares.
Vivió Dolores en el Barrio del Realejo, en la calle Rejas de San Cecilio. En la misma calle donde vivieran, años después, los Galadí, seguramente parientes de uno de los banderilleros asesinados junto a Federico García Lorca.
  Lo único que se ha podido rescatar de su sorprendente vida, según Marta Osorio, es que se trataba de una mujer de condición muy modesta, que tenía que trabajar para vivir, estaba sola y viviendo en casa ajena.
Seguramente, Dolores Gallego, pasaba por esta Plaza para dirigirse desde su domicilio hasta el Paseo de Los Tristes, y atravesando el río Darro, llegar hasta el llamado “Hotel del Reuma”, lugar de encuentro de muchas logias masónicas.
  Desde este lugar salió también Mariana Pineda, el 26 de mayo de 1831, para ser ejecutada a garrote vil. La vinculación de Mariana Pineda a la masonería, aunque no fuera miembro de ninguna logia, ha sugerido llamar a Dolores Gallego, “la otra Mariana”.

PLAZA DEL CARMEN
  Este antiguo convento, hoy Ayuntamiento capitalino, ha sido testigo de grandes acontecimientos. En las elecciones municipales del 12 de abril de 1931, el triunfo de las candidaturas republicanas en las grandes capitales de provincia, se convirtió en un plebiscito contra la Monarquía. Pocas horas después de conocidos los resultados, el 13 de abril, los Ayuntamientos, comenzando por el de Eibar, proclamaron la II República Española.
  Nos detenemos en esta Plaza para hablar de María Lejárraga (San Millán de la Cogolla-La Rioja, 1874). Hija de un médico rural, no fue a la escuela pero su madre se encargó de instruirla. Estudió magisterio y ejerció en escuelas de barrios pobres de Madrid.
  En 1899 fundó la Biblioteca Educativa de la Escuela Modelo.
  plaza_3.jpgEn 1900 se casa con Gregorio Martínez Sierra; junto a él crea la firma literaria “Gregorio Martínez Sierra”, en la que él sólo pone el nombre y María todo el trabajo.
María escribía sin parar –llegó a enfermar de la mano derecha-, su marido firmaba sus trabajos y con el dinero obtenido se mantenía la casa y los costosos tratamientos médicos de Gregorio, quien era tuberculoso.
  En el ambiente de la II República crea la Asociación Femenina de Educación Cívica; organizó el Comité Nacional contra la guerra y el fascismo (1933) y se afilió al Partido Socialista.
Muy vinculada a Granada desde su juventud, cuando escribiera “Granada.Guía Emocional”, venía a nuestra ciudad con frecuencia y era amiga de Manuel de Falla, para quien escribió varios libretos.
En 1933, las organizaciones socialistas de la provincia le ofrecen la candidatura a Diputada, en el 2º puesto, tras Fernando de los Ríos. Tenía 59 años de edad.
Fue nombraba Vicepresidente de la Comisión de Instrucción Pública del Congreso de los Diputados.
Vivió un penoso exilio, olvidada de su marido y con grandes penurias económicas, por EE.UU., México y Argentina, donde murió el 28 de junio de 1974, casi con 100 años de edad y sin dejar de trabajar para mantenerse.
  Las 95 obras literarias (novelas, dramas, ensayos, poesías, etc), firmadas por Gregorio Martínez Sierra, fueron escritas por María Lejárraga.

PLAZA DE CAUCHILES
Hasta aquí llegamos para recordar a otra mujer granadina, Agustina González López, conocida como “La Zapatera”, porque su familia regentaba una tienda de zapatos, muy cerca de este lugar, en la calle Mesones.
Su modo libre de vivir, que abarcaba a todas las facetas de la vida, la hicieron particularmente odiosa entre los mayoritarios sectores reaccionarios de la ciudad, que la difamaban con el calificativo de “loca”.
Nació a finales del siglo XIX. Feminista desde que tuviera conciencia, fue la primera representante de las sufragistas inglesas a favor de la concesión del voto a las mujeres, cuando todavía en España no había surgido el movimiento feminista.
  Durante la manifestación contra el caciquismo, realizada el 7 de febrero de 1919, colgó en el balcón de su casa una bandera roja, tras dirigir una arenga a los manifestantes.
Era liberal, intelectual y política, escribía ensayos y obras de teatro. Escribió “Opúsculos Philosóficos”.
Personaje de la calle, era conocida en toda la ciudad. La prensa criticaba sus “ideas exaltadas”. Fundó un partido (o antipartido), “El Entero Humanista”.
  Es posible que Federico García Lorca se inspirara en esta mujer para escribir su obra, “La zapatera prodigiosa”, pues con seguridad tuvo que conocerla.
  Como decimos por aquí, “llevaba todas las papeletas de la rifa”: murió fusilada.

PLAZA DE LA TRINIDAD
  En este pintoresco y céntrico lugar de la ciudad de Granada, próximo al Mercado de San Agustín, a la Catedral, Universidad y calles comerciales, nos detenemos en nuestro paseo, para rendir homenaje a todas las mujeres fusiladas por la represión fascista en Granada y su provincia. Fueron, que se haya documentado hasta hoy, cientos.
  Desde aquí podemos contemplar el edificio del Hotel Reina Cristina, antigua casa de la familia Rosales; en ella estuvo refugiado Federico García Lorca, hasta que fuera conducido al Gobierno Civil y posteriormente a Víznar para ser fusilado.
J  usto en esta Plaza pasamos a leer testimonios que nos han llegado sobre algunas de estas mujeres. Y cuál fue nuestra sorpresa cuando de entre el grupo de personas que asistían al paseo, se oyeron voces contando historias de mujeres fusiladas, que se habían transmitido por tradición oral.

UNIVERSIDAD DE GRANADA-GOBIERNO CIVIL
  Estamos en un lugar clave de la ciudad: ante la fachada de la que fuera Universidad de Granada (hoy Facultad de Derecho).
  Dadas las condiciones socioeconómicas de Granada, zona muy deprimida y de escaso entramado industrial, la Universidad ha jugado siempre un importantísimo papel.
Por sus aulas pasaron, como estudiantes o profesores, personajes muy importantes de la vida política nacional. Ahora, cuando pasemos al edificio, podremos leer algunas placas conmemorativas; entre las cuales, curiosamente, no hay ninguna dedicada a Federico García Lorca.
L  a parte posterior del edificio, la que tiene como salida la calle Duquesa, era el Gobierno Civil en la época republicana, aunque la edificación que vemos ahora es de fecha posterior.
  La actual Calle Duquesa fue llamada, desde febrero de 1936 a agosto del mismo año, “Juan Carreño”, en memoria de este maestro y diputado, al que se dejó morir en comisaría, octubre de 1934, con un infarto, sin asistencia médica.
  Por aquí pasaron, después del levantamiento fascista del 18 de julio de 1936, cientos de detenidos y detenidas, muchas y muchos de los cuales, acabaron sus días en un paredón o una cuneta.
  La gran represión que se perpetró contra la intelectualidad republicana puede quedar simbolizada en el hecho del asesinato del Rector de la Universidad, Salvador Vila Hernández.
En este último punto del paseo vamos a recordar a una joven mujer vienesa, Margarete Adler, amiga de la familia de Salvador Vila y de su esposa, Gerda Leimdörfer.
  Margarete había sorprendido a la pacata sociedad granadina por su modernidad y sus hábitos liberales, suscitando todo tipo de comentarios y envidias. Pareja sentimental del arquitecto municipal, Alfredo Rodríguez Orgaz, nunca pudo pensar que sus “atrevimientos” pudieran costarle la vida.
Fue detenida, cuando residía en casa del Rector y su esposa, que estaban pasando las vacaciones en Salamanca, donde fueron detenidos y trasladados de nuevo a Granada con su pequeño hijo.
  Después de su paso por las dependencias del Gobierno Civil, Margarete fue trasladada a La Colonia, en Víznar y fusilada en el Barranco. Tuvo tiempo de adoptar a un gran perro, que según testimonios, la acompañaba a todos los sitios, ya que las presas se encargaban de la limpieza, comida y otras tareas.
  La rocambolesca fuga diseñada por Alfredo Rodríguez Orgaz para huir juntos, salió mal o sólo fue un intento de justificación posterior. Sólo él lo conseguiría.

  Y aquí acaba el recorrido. Les damos las gracias, en nombre de la Coordinadora Republicana de Granada, por su presencia y atención.
Porque no hay dos sin tres: ¡España, mañana, será republicana!