“El amor es de izquierda, y los retrocesos en derechos democráticos y derechos humanos, fascistas”
Manuela Galazo
El pasado 17 de febrero se presentó en el Ateneo Científico y Literario de Madrid la cuarta novela de la escritora y periodista Enriqueta de la Cruz, “El amor es de izquierda” (Silente). El acto, al que asistieron cerca de un centenar de personas, contó con la participación del ex presidente del Ateneo, César Navarro y fue copresentada por el editor, Pedro García Bilbao.
Según la autora, se trata de una novela con “vocación crítica y provocativa, en tiempos difíciles como los que corren”, que quiere llamar la atención de los lectores sobre “la pasividad, el miedo, la impunidad y las luchas sociales de antes, de ahora (como el 15M) y las que están por llegar: “Los jóvenes no deben despreciar la lucha de los que les precedieron y han de continuar la suya sabiendo identificar cómo les van a querer frenar y con qué armas cuentan los manipuladores, cosa que explico en este libro”.
Tras el éxito de “Memoria Vigilada” (1), Enriqueta ha querido plantearnos en esta novela de espías, en clave un poco de ficción y otro poco de ensayo, un mundo de valores como el de la II República, frente al actual, “en el que se han perdido la ética y el sentido común”. “Está claro -añade- que el amor entendido en su sentido más amplio es y ha sido siempre y en todos los tiempos una cuestión de izquierda totalmente alejada de la `cultura´ del individualismo, el egoísmo atroz, el neoliberalismo y la corrupción como máxima de los nuevos villanos de traje y corbata de los que hablaba el brigadista Bob Doyle, que ya no llevan fusiles al hombro pero matan igual a sus semejantes”.
“El amor es de izquierda –continúa-, y los retrocesos sociales y en derechos democráticos y derechos humanos con amenazas a los ciudadanos para que permanezcan impasibles, y la represión feroz, con exclusión y caza de brujas como los que estamos viviendo en estos momentos en toda Europa, y en España claramente, son fascismo”.
En las páginas de esta novela hay Memoria Histórica y mucho de la lucha por un mundo sin desigualdades, más ético y comprometido. La autora nos describe un universo de “empresas despiadadas, donde sólo se busca el beneficio de pocos a costa de trabajadores que sufren condiciones precarias de semiesclavitud”. Hay tramas corruptas político-económicas de raíz nazi-fascista y hay casos de violencia de género.
TESTIMONIO CONTRA LA IMPUNIDAD
Es una novela también sobre mujeres, sobre su vida cotidiana, sus sentimientos, pensamientos y su difícil convivencia a veces con un mundo masculino; es una novela para que la lean ellas y también los hombres, cómo no, y sobre todo, los jóvenes que empiezan a despertar, sus luchas, la importancia de no perder la perspectiva histórica ni las ideologías ni el referente de luchadores y luchadoras de todos los tiempos que consiguieron nuestros derechos como ahora habrá que conquistar otros.
Por eso no es solamente una novela, son muchas historias interrelacionadas con un denominador común: LA IMPUNIDAD, que ampara y tapa aún, hoy en día, crímenes sucedidos y que siguen sucediendo en España.
En cuanto al argumento, la principal protagonista es Elena García, abogada. Llega a Madrid desde Málaga en busca de la pista sobre una menor desaparecida en extrañas circunstancias. Las luchas internacionales de poder y dinero que planean sobre su caso permitirán a Elena tomar el pulso a la actualidad de su país y hacer una radiografía perfecta de la misma. Para afrontar el caso, Elena García debe enfrentar una mirada hacia atrás, hacia su propio pasado donde se encuentran personajes turbios, relaciones superadas.
Junto a la detective Sara Maldonado -escritora de novela negra en ratos libres y aficionada al fútbol-, su vieja y feliz amiga de adolescencia, Bárbara -“B”-, y un nuevo amor, el joven Lenin, la protagonista inicia también otras búsquedas: la personal y la de recuperar la Memoria Histórica y dignificar los nombres de los resistentes contra la dictadura fascista española. Otros personajes como Lucas López de la BIT, completan este relato.
En todas estas búsquedas, la protagonista se encontrará con grandes retos y sorpresas, entre ellas con redes internacionales fascistas que planean desde la Guerra Fría y tras la derrota del nazismo en la II Guerra Mundial; con casos de maltrato de género y con mujeres anónimas que no se conforman con el papel asignado y quieren narrar desde una perspectiva de combate las injusticias, su búsqueda de valores.
“El amor es de izquierda” es un juego de espejos y de espionaje y también una obra sobre literatura y de amor con mayúsculas, de belleza y de palabras, de antifascismo y de esperanza. En definitiva, la cuarta novela de Enriqueta Cruz es una obra que nos hace pensar, optimista pese a todo y de esperanza en el género humano y en la solidaridad.
La novela cuenta con las aportaciones del dibujante Juan Kalvellido y del poeta Armando Silles McLaney, así como de pensadores de todos los tiempos, porque, recordando a Virginia Wolf, la autora señala que “la literatura es un relato encadenado que hacemos los escritores a lo largo de los siglos”.
NOTA:
(1) Enriqueta de la Cruz tiene publicadas otras novelas con base histórica y de análisis social como: “El Testamento de la Liga Santa”, una obra sobre la Transición española en clave irónica y crítica; “Nada es lo que parece”, que trata sobre los medios de comunicación, y “Memoria Vigilada”, sobre el momento actual de la memoria histórica y los niños desaparecidos.
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